Adobos para todos los gustos
Para realzar el sabor de las piezas, para darles un toque diferente, para ‘sellarlas’ y que no pierdan humedad, para que queden más tiernas… Por muchas razones los adobos son una buena opción. Ahora en verano de cara a las barbacoas y para que te quedes con estos tips el resto del año, te traemos un listado de los mejores para diferentes tipos de carne. ¿Preparado?
El adobo es la mezcla de diferentes ingredientes en la que se introducen alimentos crudos para aromatizarlos y marcar su sabor. Los elementos básicos son el aceite, el vinagre o el zumo de limón, el vino, las especias, las hierbas aromáticas y otros condimentos. Esta técnica se utiliza en muchas culturas y tradiciones, y a lo largo de la historia se ha convertido en el principal método de conservación de alimentos.
Dependiendo del resultado que queramos conseguir, se debe tener la pieza de carne en la mezcla desde 2 ó 3 horas hasta un día entero. Y con respecto al lugar, aunque se puede tener tapado a temperatura ambiente, es recomendable tenerlo en la nevera, sobre todo para los adobos más largos. Para conseguir un resultado uniforme es importante cubrir la pieza por completo y darle la vuelta cada cierto tiempo, siempre sin pincharla para que no pierda sus propios jugos.
Para carne de pollo:
- El Sibarita: pica una cebolla y póchala en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Añade pimienta negra, perejil picado y un vaso de vino de Jerez. Deja que la mezcla se enfríe y después unta bien la carne con ella y métela en la nevera. Después de un par de horas vuelve a pintar el pollo con la mezcla y espera otro par de horas. En la sartén o al horno, unos contramuslos te quedarán riquísimos y muy tiernos.
- El Moderno: sofríe tres ajos en una sartén y añade dos cucharadas de ralladura de naranja, una lata de cerveza, dos hojas de laurel y tres cucharadas de albahaca. Cocina a fuego lento y cuando esté frío, viértelo por encima de unas alitas en una fuente. Tápalas y mantenlas unas cinco horas macerándose. En la barbacoa o fritas, te quedarán estupendas.
Para piezas de cerdo:
- El Elegante: en un recipiente mezcla media taza de aceite de oliva virgen extra, cuatro cucharadas de Bourbon, un chorrito de vino blanco, tres dientes de ajo machacados, una cebolla cortada muy fina, dos cucharadas de mostaza y una cucharada de orégano, salvia o tomillo, -elige la que más te guste-. Si dejas unas costillas toda la noche en la nevera, al día siguiente nadie podrá resistirse a ellas.
- El Valiente: mezcla en un bol tres cucharadas de salsa de soja, un ajo bien picado, jengibre, cilantro, la cáscara de una naranja rallada, dos cucharadas de mostaza, dos de miel, medio vaso de vino blanco y media cucharada de guindilla o chile molidos –cuanto más valiente seas, más puedes agregar-. Sumerge un solomillo en la mezcla unas cinco horas y prepárate para ‘rabiar’ de alegría.
Para cortes de vacuno:
- El Bombón: machaca dos dientes de ajo junto con dos cucharadas de comino, unas hebras de azafrán, el zumo de un limón, dos cucharadas de pimentón, una cucharada de canela, cilantro, sal y media taza de aceite de oliva. Le irá perfecto a la entraña de ternera, tan jugosa que seguro que sacará sonrisas.
- El Marinero: coloca en un cuenco una cucharada de pasta de guindilla, dos de mostaza, cuatro de salsa de soja, dos de salsa de pescado, el zumo de una lima, dos cucharadas de vinagre, ajo granulado, pimienta negra y un poco de sal. Mézclalo todo bien, introduce la carne -unos tacos de morcillo son una buena opción-, tápalo con papel film y déjalo durante un par de horas en la nevera. Unas verduritas a la plancha para acompañar y tendrás un plato de tierra con recuerdos marinos.
Para carne de cordero:
- El Oriental: bate media taza de aceite de oliva virgen extra con dos cucharadas de salsa de soja, un yogur natural, media taza de zumo de lima, cuatro dientes de ajo, dos cucharadas de menta fresca picada, dos cucharadas de tomillo, pimienta y sal. Si dejas sumergidas unas chuletas de cordero durante unas 8 horas en la nevera, te trasladarán automáticamente a una jaima.
- El Clásico: mezcla una cucharada de sal, una de pimienta, el jugo de tres limones, cuatro dientes de ajo, una taza de vinagre, una cucharada de perejil, media taza de vino blanco y dos hojas de laurel. Queda genial untar con esta mezcla una pierna de cordero, dejarla toda la noche en la nevera y cuando vayamos a cocinarla, ir agregándole cada 20 minutos un poco más de salsa. Los más tradicionales le darán su visto bueno y quedarán encantados.
Seas más de ternera que de cordero o te gusten más los sabores tradicionales que los internacionales, seguro que encuentras tu adobo en este listado. Y recuerda que siempre puedes inventarte tu propia combinación… ¿listo para inventar?