El origen del vocabulario gastronómico básico

El origen del vocabulario gastronómico básico

Hace un tiempo le echamos el ojo a un fabuloso y concienzudo reportaje de Jorge Manrique para la Revista Tapas… es de 2017. Y no es solo que el texto no pase de moda, es que nos ayuda a entender el vocabulario gastronómico básico gracias a su etimología. Desde ‘comer’, ‘sal’, ‘bizcocho’ o ‘vino’… hasta la propia ‘gastronomía’ en sí. Hoy parafraseamos y sintetizamos un poco ese estudio al que si queréis, podéis echar un vistazo completo al final. ¡Gracias por la inspiración!

Y empezamos justamente a desengranar este vocabulario básico por el conjunto, la ‘gastronomía’, que según Manrique, Tapas y al parecer los griegos, debería ser ‘gastrología’, es decir, “el estudio del estómago” -o de la parte que se llama ‘gastro’- en vez de las “normas del estómago y ley del vientre”. ¿Vosotros preferís ponerle normas o estudiar el arte del comer?

vocabulario gastronómico básico

Gran parte de nuestro vocabulario viene del latín, pero hay otras muchas de origen árabe…

Hablando de ‘comer’… en latín era edere, “tomar todo”, pero en castellano, que somos muy de agruparnos, le añadimos en su día el cum, es decir, “en reunión o convergencia”, porque ¿a quién le gusta comer solo? Lo curioso es que no compartimos etimología con otras lenguas, porque en francés es manger y en italiano mangiare, que vienen del latín magiare -lo que nosotros nos hemos quedado como ‘manjar’-, “una comida delicada y sofisticada, casi lujosa”, pero que en realidad significaba “masticar o devorar como los animales”, manducar. Menudo giro de guion. Y volviendo a la compañía para comer -o engullir…-, el ‘compañero’, companio, es “aquel con quien compartimos el pan”, y Manrique añade que también es con el que se hace “buenas migas”… No hay que explicar entonces que el compango asturiano pide a gritos que hay que comerlo ‘con pan’, ¿verdad?

Cocina’ viene del latín culina, que aunque luego pasó a ser coquina -nada que ver con el molusco…-, es de donde viene ‘culinario’. Y sí, claro, es “donde se cocina o cuece algo”. Y de su participio coquere o coctus, sale la palabra ‘cocido’ y también el ‘bizcocho’ (biz coctus), que está “cocido dos veces”.

Última cena con pan

Parece que en la última cena no faltó el pan ni la ‘compañía’… de todo tipo

Discrepancias en el vocabulario gastronómico que marcan la diferencia

Seguimos desgranando palabras, ahora una que nos compete… en España usamos la palabra ‘charcutería’, del francés chair cuire, como el sitio donde se vende “carne cocida o cocinada”, mientras que los italianos usan salumeria, es decir “una unión de sal, humo, salazón y ahumados”, como la salciccia o salchicha’, “carne salada”. La explicación es fácil, ¿no?: en Francia se cocían las carnes para hacer embutidos y en Italia, se ahumaban. Nosotros nos quedamos con la versión de los vecinos, aunque las salazones también se nos han dado siempre muy bien…

sal y especias

Avanzamos en el descubrimiento del vocabulario gastronómico básico con la ‘sal’ y el ‘salario’… y es que como muchos ya sabréis -los italianos especialmente-, este condimento era muy importante por su cualidad para conservar los alimentos -y como antiséptico-, así que a los soldados romanos que vigilaban la Vía Salaria, se les pagaba así, en especies (que no especias), un bien muy preciado por aquel entonces; aunque más tarde, en época de Cicerón, se ve que se valoraban más los metales y la sal quedó como pequeña recompensa para los esclavos domésticos.

Gracias por las albóndigas

Pero no todo es latín, gran parte de nuestro vocabulario lo forman palabras de origen árabe y sí, lo fácil es pensar en las que empiezan por al-… como una de nuestras favoritas, ‘albóndiga’, al-bunduga, porque bunduga significa bola. Al parecer también usábamos el término ‘bolindre’, que eran unas bolas de carne picada que se echaban a los caldos. Si hay algún goloso en la sala, que sepa que los ‘alfajores’, al-hasú, significa “lo que está relleno”. Y ya fuera de los básicos con ‘al-‘… podemos intuir que ‘mojama’ también es una palabra árabe. Significa “hecho cera” y la descripción no puede ser más gráfica…

albóndigas origen vocabulario gastronómico básico

El nombre de esta bolita de carne se lo debemos precisamente a los árabes

¿Terminamos con café y chupito?

Pues ya que nos hemos tomado el alfajor, podemos ir cerrando el repaso del vocabulario gastronómico básico con el ‘café’, cuyo nombre también es de origen árabe y significa “estimulante”, gahwah, que en turco es kahveh y en italiano caffé, de donde lo heredamos. Y ahora sí, ponemos el broche con algo “sutil y refinado”, que es lo que al parecer significa al-kohol, que en su origen se refería al kajal o kohol, un polvo negro con el que se hacen ahora lápices para pintarse los ojos. En lo que se refiere al líquido que se ha quedado el nombre en castellano… ¡ojito con la medida, que con él es fácil perder ambas cosas, la sutileza y el refinamiento!

 

Si os ha gustado tanto como a nosotros el tema y queréis profundizar en alguna más, os dejamos por aquí la versión completa en digital del reportaje en Tapas Magazine.

 

 

Relacionados