De fiesta en fiesta comiendo cordero
Verano es sinónimo de verbenas en los pueblos, fiestas populares, quedadas con las peñas, bailes con la orquesta de turno de todas esas canciones de los veranos de hace más de 3 décadas hasta ahora hasta las tantas de la madrugada… Y a muchas de esas fiestas se le unen tradiciones y festejos en torno a la comida. Este año, que va a ser un poco más extraño, no queremos perder nuestras costumbres, así que vamos a recordarlas para desear que llegue el año que viene con más fuerza y se vuelvan a celebrar. Por supuesto en Solobuey las que más nos gustan son las que tienen que ver con la carne. Qué obvio, ¿no? Pues seguro que no sabéis que por ejemplo a un producto tan nuestro como es el cordero, se le dedican unas cuantas…
Nos vamos a ir primero a Asturias, entre los pueblos de Lena y Quirós. Allí se celebra la ‘Fiesta del Cordero’ desde 1965, cuando un grupo de amigos de la zona comenzaron a construir un refugio de montaña al que bautizaron como Prau Llagüezos. Al acabar la construcción en 1966 y para celebrarlo, asaron varios corderos a la estaca. Desde entonces, todos los primeros domingos de julio se prepara este ‘cordero a la estaca’ en un ambiente festivo donde no puede faltar la sidra y otras elaboraciones tradicionales asturianas. Los asaderos comienzan a las 6 de la mañana a preparar unas 60 piezas asadas con leña de roble, y todo gira en torno a ellos con sus preparativos, hasta de diferentes chimichurris del que cada asador tiene su propia receta. Además está amenizada con otras actividades lúdicas como la entrega de las placas conmemorativas a los “Güelos del Aramo”, un homenaje a la pareja de más edad de la zona. Música tradicional y grupos folclóricos con música de gaita completan el día de fiesta.

Cordero a la estaca en Villaviciosa (Asturias)
De Asturias nos vamos a la vecina Galicia, concretamente a Moraña, en Pontevedra, a la ‘Festa do carneiro o espeto’, una fiesta que lleva celebrándose más de 50 años, pero de la que existen evidencias que su origen data de 1923, cuando Enrique Fariña Peña, un gallego que emigró a Argentina, al regresar a su tierra se trajo la forma de asado al estilo pampero y comenzó a hacerlo en su pueblo. Se trata de una fiesta gastronómica de Interés Turístico Gallego, que se celebra el último domingo de julio y que está llena de tradición y actividades que culminan con la degustación de los corderos. En Moraña comienzan los preparativos el día anterior a la celebración, colocando los trozos de leña de roble que serán los encargados de darle la textura y sabor a las piezas, y que tardarán en total 7 horas en prepararse. Completan el festín con empanadas de zorza, bacalao con pasas y vino… ¡un festín más que una fiesta!
El último fin de semana de agosto se celebra otra ‘Fiesta del Cordero’, en este caso en Cerler. Y en esta población de Huesca también vemos la preparación como en las anteriores, al espeto -está claro que es la más vistosa y como más cunde para tanta gente…-. Son muchos los visitantes que en periodo vacacional aprovechan para ir a una zona tan bonita como esta del Valle de Aramón, disfrutar de los juegos tradicionales y conciertos de folk aragonés, culminando, claro, con la degustación del Ternasco de Aragón que es el cordero con sello de calidad más vendido de España y producido por 800 ganaderos aragoneses que dan vida a 400 pueblos. Se preparan durante 5 horas ¡hasta 600 raciones!
Uno poco más tarde, con motivo de la Fiesta del Pilar en octubre -a ver si para estas fechas podemos ir a catarlo…-, se organiza en Zaragoza ‘La Carpa del Ternasco de Aragón’. Una parada casi obligatoria para todos los que estén allí para visitar a la Virgen en las fiestas patronales de la capital aragonesa y probar los ternascos de los que están tan orgullosos –y no es para menos-. Si las de Cerler nos parecían muchas… ¡¡aquí hasta 200.000 raciones se dieron en el último año!!
¿Y en vuestros pueblos qué se come en fiestas? ¿Alguna con vacuno, cerdo o aves digna de reseñar? ¡Por aquí empezamos a investigar!