Chorizo y Salchichón, historia de dos embutidos separados al nacer

Chorizo y Salchichón, historia de dos embutidos separados al nacer

Como diría La Vecina Rubia, todos tenemos un amigo que no sabe la diferencia entre el chorizo y el salchichón, y si no la tienes, es que eres tú…  Así que de eso va nuestro blog de hoy, de aprender a diferenciar estos dos manjares de dioses del cerdo -por si las dudas-. Porque le damos mucha importancia al ‘rey Jamón Ibérico’, pero, ¿cuántas satisfacciones nos han dado estos dos productos, ya sean solos o en sándwich? En esos cumpleaños cuando éramos pequeños, o incluso de mayores, en una tablita de embutidos ibéricos variados… que además de ser más baratos, son igual de sabrosos que Don Jamón. Y ya que estas últimas semanas hemos abordado un par de veces el tema de la matanza, hoy os contamos dos de las elaboraciones más populares que se realizan tras ella.

Vamos a empezar a desgranar las diferencias empezando por sus similitudes, porque sí, ambos tienen en común, de base, un ingrediente principal: la carne cruda de cerdo, blanco o ibérico, según. Ambos se secan al aire y ambos se sazonan con especias… Pero justo aquí comienzan las discrepancias entre los dos, que les confieren su sabor y textura característicos.

Podemos pensar que la clave a priori para diferenciarlos, antes de probarlos, sea a través de la vista, y es que el salchichón es de color más rosáceo y el chorizo más rojizo… en la mayoría de los casos, ¡pero no siempre! Cuidadín, listillos.

Si buscamos una diferencia menos evidente, iremos al periodo de secado, ya que sí es un factor que varía mucho: el salchichón suele tener un periodo de curación mayor al del chorizo.

Chorizo Ibérico de Cebo

Y ahora ya pasamos a la forma de elaboración que les dará esas características tan peculiares a cada uno… El chorizo se elabora (además de con la carne de cerdo que ya mencionábamos), con pimentón para que tenga su característico color rojo. Eso sí, lo ideal es utilizar siempre las mejores materias primas tanto en la carne utilizada como en los ingredientes que añadamos, y en este caso, nada mejor que un buen pimentón de La Vera, que es la estrella para elaborarlo (el tema de si debe ser dulce o picante es otro debate bastante amplio y que nos da juego según los gustos). El secado del chorizo va desde los 21 días a los 40 según la variedad, ya que el pimiento en polvo ayuda a secar la carne y se ‘hace’ antes.

El salchichón se elabora con carne de cerdo y otras especias: pimienta (la diferencia está en el ‘tón’ 😜), orégano, ajo, nuez moscada… El picado de las carnes se hace de una forma más fina que para el chorizo, por eso solemos ver que las ‘bolas blancas’ del salchichón son más pequeñas que las del chorizo. Aquí la estrella, en la misma medida que al chorizo el pimentón, es la pimienta… ¡Seguro que alguna vez al tomar un trozo te has llevado la alegría de la pimienta a la muela! El tiempo de secado en este caso es de unos 3 meses.

Salchichón ibérico cortado

Hasta aquí la lección básica. Otro día, si os interesa el tema, podemos dedicar unas líneas a los diferentes tipos de salchichones que hay, como el de Vic, el ibérico, el cular, el de Aragón…O chorizos, como el suave, picante, ahumado, en herradura, en ristra, en vela, serranitos, cular, oreado…

En Solobuey contamos con varios tipos de chorizo como el fresco, criollo, ideales ambos para guisos o barbacoas, así como el Chorizo ibérico de cebo o el ibérico extra cortado. En cuanto al salchichón, nada como el Ibérico de cebo en pieza o cortado que podéis encontrar en la tienda online.

Nuestra recomendación es que nos encarguéis ambos y preparéis una cata para el fin de semana (habiéndoos hecho antes con un cuchillo decente, tabla para cortar, un pan candeal, y un buen vinito), rodaja a rodaja para decidir cual os gusta más, y así terminéis de identificarlos con nuestras indicaciones. Con los listillos podemos hacer la cata con los ojos vendados y le sumamos un punto de emoción… 😉

¿Ya tenéis un favorito?

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