Marchando una de huevos exóticos
Vamos a hablar de un ingrediente que no falta nunca en la cocina, ¡el huevo! Un alimento tan básico y a la vez completo y versátil, que con él hacemos cientos de recetas saladas, postres, rellenos para dulces, cremas, salsas… ¡y solos son un vicio! ¿Estás pensando en pasar por el gallinero a por una docena? Pues olvídate, que hoy toca hablar de huevos exóticos.
Al igual que la carne, los huevos pueden proceder de numerosas especies animales y aunque los más comunes para el consumo humano en Occidente sean de gallina o codorniz, pato, ganso… en según qué culturas también es habitual comerlos de otras criaturas como el cocodrilo o la diminuta hormiga. La mayoría de ellos se han convertido en manjares de lo más exclusivo y lujoso, así que vamos a indagar en algunos de esos huevos exóticos:
Huevos de avestruz
Son los de mayor tamaño del reino animal, de hecho pesan 1,5 kg aproximadamente, lo que equivale a unos veinticuatro huevos de gallina y pueden llegar a costar 30 euros. Su sabor es similar al de la gallina, aunque un poco más intenso. En España existen varias granjas de avestruces que comercializan con este manjar.
Para freír un solo huevo se necesita un recipiente grande, ¡hay quienes utilizan paellas! De uno solo pueden salir aproximadamente 7 u 8 raciones y el tiempo de cocción es de 30 a 45 minutos.
Huevos exóticos ¿con sabor a pescado? Los de cocodrilo…
Este gran depredador resulta ser una gran fuente de alimento, tanto su carne como sus huevos y son muy populares en Jamaica, Australia y países asiáticos.
Es muy importante lavar su cáscara a fondo porque suelen estar llenos de hongos. Se pueden agregar a otros platos o cocinarlos solos, y su sabor recuerda al de un pescado. En Filipinas, una de las formas más populares de comerlos es en helado, combinado con frutas y más sabores, siendo mucho más saludables.
Huevos de hormiga
Varían en tamaño según el tipo de especie y su origen. En México se han consumido desde la época de los aztecas y son muchas las familias que se dedican al aprovechamiento y recolección de los huevos de hormiga, llamados escamoles. Cada año se recogen estas larvas poco antes de la llegada de la primavera y es un proceso complejo puesto que es muy importante no destruir los hormigueros. Su ‘captura’ es casi un deporte de riesgo porque mientras te acercas las hormigas se ponen bastante agresivas y tienden a morder.
Estos huevos exóticos de hormiga se consideran un alimento de lujo en la gastronomía mexicana -normal con lo que cuesta conseguirlos…- y se usan en numerosas recetas como tacos, tostadas, a la mantequilla y en platos gourmet.
Los huevos de las hormigas rojas también son muy populares en el sudeste de Asia y se pueden tomar en ensaladas, curry, tortillas o solos. Tiene un alto valor nutritivo y muchas proteínas, y también se les considera todo un manjar.
Huevos de caracol
Son conocidos como el nuevo caviar blanco y se han convertido en un producto muy exclusivo. Van ganando popularidad y aceptación sobre todo entre los paladares más gourmet y despertando el interés de grandes cocineros. Aunque es una especialidad culinaria que hace ya más de un siglo se servía en los restaurantes franceses, se ha convertido en un producto de lujo también en el sur de España.
Un kilo de huevos de caracol cuesta la friolera de 1.600 euros aproximadamente. Quienes los han probado dicen que al explotarlos en la boca saben a campo, con matices de bosque, hierba fresca y tierra. Si se combinan de manera adecuada se pueden conseguir creaciones de lo más exquisitas. Algunos catadores los denominan “perlas de Afrodita” por sus supuestos efectos afrodisíacos.
Huevos verdes… ¿de dragón o de emú?
De esta ave se aprovecha todo, su carne, su piel, su grasa para aceite, sus plumas y por supuesto, los huevos. Aunque es un poco más pequeño que el de avestruz, tiene un tamaño considerable, pero lo que verdaderamente lo hace tan especial es su color verde oscuro, que bien podrían haber sido los de la Casa Targaryen. Suelen costar unos 25 o 30 euros, dependiendo de la temporada y uno solo equivale de 8 a 12 huevos de gallina.
Estos son algunos, y de hecho en Solobuey vendemos muchos de ellos por encargo -los ‘básicos’ de gallina y gallina de corral los tenemos siempre en Mercamadrid y también podemos conseguir de oca, avestruz o pato-; pero también los hay de tiburón, pulpo, tortuga, peces -sus huevas son mucho más habituales en cocina-, serpiente… Hay tantos como animales ovíparos, con sabores de lo más diferente y único, repartidos por todo el mundo. ¿Cuáles te atreverías a probar?
Si quieres saber un poco más de las características de los huevos, etiquetado, color de la cáscara o clases de gallinas… también puedes revisar estos post: