¿Tus albóndigas pasan el examen?

¿Tus albóndigas pasan el examen?

Podría parecer sencillo pero hay bastantes cosas en las que pensar a la hora de hacer unas buenas albóndigas: que la salsa tenga buen sabor, que haya suficiente para mojar pan, que tengan una perfecta forma redonda, que no se queden secas, que no se deshagan… Con la materia prima te podemos ayudar porque en Solobuey tenemos una carne picada de ternera de Ávila exquisita y aquí te damos algunas ideas para que triunfes con la receta, ¿se puede pedir más? 

Teniendo en cuenta que solemos disponer de muy poco tiempo libre, por mucho que nos guste la cocina, pasarnos media tarde formando albóndigas puede que no sea nuestro plan ideal. Pero te puedes ayudar por ejemplo de una huevera de plástico, cuanta más capacidad tenga más carne podrás utilizar a la vez. Solo tienes que distribuir la carne picada, cerrarla y ¡voilà! Otro truco es echar un poco de harina o pan rallado en el fondo de un vaso, introducir una porción de carne y agitar el vaso con movimientos circulares durante unos segundos hasta que se forme una bolita. También existen utensilios especiales que te facilitan la labor y tienen un resultado de 10, ¡elije tu opción!

Para que una albóndiga no se deshaga al prepararla necesita yema de huevo y un poco de pan mojado en leche o caldo, así las pelotitas serán más compactas. Esta mezcla ablanda la carne y le da una textura especial. Puedes sustituir la leche por caldo de carne para potenciar el sabor. En esta mezcla también podéis añadir otro tipo de ingredientes como ajo picado muy finito o especias, hierbas provenzales, pimienta, perejil u orégano le pueden quedar estupendas.

A la hora de freír lo más difícil es conseguir una textura firme por fuera y tierna por dentro, así que lo más recomendable es rebozar las albóndigas en harina y freírlas a fuego medio. Esto hará que se dore ligeramente el exterior y permitirá al interior freírse bien. También se puede emplear el horno, como gran aliado para una cocina sana, donde lo mejor es hornearlas a baja temperatura durante 20 minutos. También se pueden hacer directamente en la salsa aunque la textura puede que sea diferente. ¡Para gustos los colores!

¿Te atreves a innovar? Cuece unos huevos de codorniz y forma las bolas de carne alrededor de ellos, siguiendo el resto del procedimiento habitual cuando las vayas a cocinar. Puedes incluso mantenerlo en secreto hasta que las prueben tus amigos o familiares, ¡será toda una sorpresa! Si quieres darle un toque dulce puedes meter dentro una ciruela pasa o mezclar en la carne un puñado de tus frutos secos favoritos y darle un toque súper crujiente, e incluso sumarle unos trozos de encurtidos como pepinillos o alcaparras… ¡cualquier ingrediente le va bien!

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