Carne picada…. y bien aprovechada

Carne picada…. y bien aprovechada

Está claro que en estos momentos de incertidumbre hay que agudizar el ingenio para exprimir al máximo los recursos que tenemos en casa y evitar salir más de lo necesario. Por eso nosotros, además de acercaros a casa nuestras carnes, quesos y embutidos de primera, os estamos dando unas cuantas ideas para amortizar bien los pedidos. Ya os hemos hablado del pollo de corral, del que hemos sacado hasta para 7 comidas diferentes por ejemplar, y hoy le toca el turno a otro ingrediente con mil y un posibilidades: la carne picada.

La nuestra es de carne cruda de vaca o de ternera -va en gustos, se adaptan las dos a cualquiera de estas recetas-, 100% natural, sin aditivos ni conservantes, por lo que su caducidad es mínima y recomendamos prepararla o congelarla en el día. Las vendemos en bandejas de 500 g por 3’85 € y 4’13 € respectivamente, pero con todo lo que os vamos a proponer hoy… ¡las vais a pedir por kilos!

Vamos a pasar un poco por encima una de las opciones que todos tenéis en mente, seguro: las hamburguesas. No es que no las podáis hacer… está claro que si queréis ‘condimentarlas’ a vuestro gusto rellenándolas de foie, queso, o lo que se os ocurra, es la mejor opción, pero es que a cualquiera de las que tenemos en nuestra sección de hamburguesas -y de las que os hablábamos la semana pasada-, no hay que hacerles nada más que acercarlas al fuego para ver los ídem artificiales. Si no las habéis probado nunca, ya estáis tardando…

Y ahora sí, vamos a las más ‘obvias’: ¡las albóndigas! Hay casi tantas versiones como hogares en nuestro país. Con miga de pan mojada en leche para que queden más jugosas; con huevo; todo tipo de especias; hay quien le pica frutos secos y/o encurtidos dentro para que vayan con sorpresa; se pueden hacer con un taquito de queso dentro para que se funda… Hace unos meses os dimos todas las pistas necesarias, por si no las habéis hecho nunca, y si alguien quiere compartir el ingrediente secreto que hace de las suyas LAS MEJORES, ¡por favor, que nos deje el truco en los comentarios!

A caballo entre estas deliciosas bolitas y las burgers están los filetes rusos, -que sí, son como una albóndiga grande aplastada, pero no tan plana como una hamburguesa…- a los que le podemos poner el mismo condimento que a las primeras, las básicas de ajo, perejil y huevo -o improvisar con un pochado de verduritas y setas por ejemplo- y a los que se le añade pan rallado antes de darles forma y freírlas. Y claro, ya que el pan lo llevan ‘dentro’, ¡se comen con cuchillo y tenedor!

Un básico también -aunque como todo, tiene sus trucos y lleva un rato de chup chup- y súper versátil es la salsa boloñesa, que además de la carne picada salpimentada lleva cebolla, zanahoria, apio, tomates, vino blanco y algunos añaden también un poco de panceta en tiritas finas. Acompañamiento ideal para una pasta tipo cintas, para rellenar una lasaña, y ya veréis que la podemos aprovechar mucho más a lo largo de este post.

Si en vuestra casa hay un ‘Día oficial de la pizza’ también podemos aprovechar la carne picada para hacerla en versión barbacoa. No nos vamos a meter en si os molestáis en hacer la base o si la habéis comprado en el súper, porque lo importante es la creatividad del topping. En esta, la base, en vez de tomate, va a ser la salsa BBQ, de la que os dejamos la receta en el post de las Burgers 2.0 la semana pasada, por cierto… Encima se coloca un queso bien fundente, la carne picada aliñada con lo que más os guste -aunque no debería faltarle el orégano-, bacon o panceta y pechuga de pollo en daditos, toda la carne previamente cocinada por separado. Lo mejor es hornear la base con la salsa y el queso para que se funda y cuando esté casi lista, añadir todas las carnes y darles un último golpe bañadas con un poco más de salsa para evitar que se resequen los ingredientes.

Vamos a compensar el ‘cheating day’ de la pizza con algo más de verdura y lo hacemos con unos calabacines rellenos. ¿De qué? Pues lógicamente, de carne picada… nos sirve perfectamente la receta de la salsa boloñesa, aunque también podemos hacerla sustituyendo el apio por la pulpa del calabacín si no tiene demasiadas pepitas; o hacerla sin tomate, es decir, cebolla, ajo, zanahoria y carne… y luego añadir bechamel. Primero hay que cortar los calabacines por la mitad en longitudinal (sin pelar) y vaciarlos de semillas. Si son muy grandes, es mejor cortarlos a la hora de servir, pero que quede una ‘canoa’ perfecta pare rellenar y que no se derrame la salsa en el horno. Es recomendable escaldarlos un minuto en agua hirviendo con sal y unos cortes transversales en la carne (que no atraviesen la piel, claro) para que no tarden tanto en hacerse, ¡pero que no lleguen a ablandarse! Los secamos bien y los horneamos vacíos unos 7 minutos a 180º; luego los rellenamos generosamente con la ‘boloñesa’ o la carne con bechamel… y se vuelven a meter al horno otros 10 minutos para que el calabacín se termine de hacer mientras coge todo el sabor del relleno. Para terminar se napan con queso y se ponen unos minutos simplemente a gratinar a 220º hasta que esté doradito. ¡Están buenísimos!

Y dejamos para el final una maravilla con mil y un versiones alrededor del mundo, tanto es así, que tiene hasta un blog exclusivo para sus recetas. Hablamos del pastel de carne. La versión más simple y conocida es la de las capas a modo de milhojas o lasaña, alternando la carne picada -con cebolla, zanahoria, ajo, vino blanco y tomate (que nos sirve la boloñesa otra vez, vaya…)- con puré de patata, coronado también con queso gratinado al horno. Para quien quiera darle una vuelta, en el blog www.pasteldecarne.com que os mencionábamos, la nutricionista Ángela Solar recopila en torno a una docena para que os luzcáis. Una que nos ha encantado es una receta murciana con mucha historia y reminiscencias árabes pero tristemente poco expandida por el resto de la Península. Lleva huevos duros y va hojaldrada. Aquí va la referencia de esta reliquia ancestral en Diario de Gastronomía por si os animáis a hacerla.

Pues nos ha dado para mucho, ¿verdad? ¿Nos hemos dejado alguna importante que hagáis habitualmente?  ¡Aceptamos sugerencias!

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