Dieta paleo o comer solo lo que hay cerca de la cueva
Aunque en pleno siglo XXI todavía nos podamos encontrar ‘cavernícolas’, la realidad es que hemos evolucionado bastante. Tanto como para poder permitirnos el lujo de elegir y cambiar nuestra alimentación y consumir ingredientes de cualquier parte del mundo en cualquier momento del año. Pero hay tendencias que vuelven a lo antiguo, a los básicos, como la dieta paleo -de paleolítica-, que se centra en adaptarse a lo que más o menos conocemos que comían nuestros ancestros desde hace 2 millones de años hasta hace 10.000. Antes de ayer. ¿Hacemos un viaje al pasado?
Empecemos por lo principal. La definición de la dieta paleo, para que quede claro desde ya, es un plan de alimentación basado en los ingredientes que, según los estudios que tenemos, los humanos podrían haber consumido durante la era paleolítica. Nada que ver con comerse un t-bone de mamut crudo a mordiscos; en contra de lo que a lo mejor has oído, con este modo de vida se pueden cocinar los alimentos que tenemos a nuestro alcance -¡incluso con inducción!-… se trata, mayormente, de evitar los ultraprocesados, y también los lácteos, cereales o legumbres, que llegaron años más tarde con la agricultura moderna.
Entonces, ¿qué se come con la dieta paleo?
Ni mamut ni narval. No hace falta que te vayas de caza o a pescar con arpón para seguir esta dieta. Puedes ir al mercado -y darte una vuelta por nuestra tienda online– y elegir productos frescos como carnes magras, pescados, huevos, frutos secos, semillas, frutas, verduras y hortalizas. Las que haya ahora, claro, no hace falta que busques nada exótico, sobre todo porque en poco se parecen los ingredientes de ahora a los de hace miles de años… lo más importante de esta dieta es que todo sea lo más orgánico posible.
El pescado no puede faltar en cualquier dieta
La curiosidad por la dieta paleo la despertó, según nos cuentan en Paleobull, un dentista, Weston Price, en torno a 1920, al estudiar las dentaduras de las tribus que se mantenían por aquel entonces al margen de la civilización y que seguían consumiendo esos básicos ancestrales. ¡Oh, sorpresa, no había caries! Ni tanto colesterol, ni diabetes… porque, no es que vayamos a redescubrir América con esta reflexión, pero está claro que comer natural, es comer mejor.
Beneficios de esta alimentación paleolítica
Lo mejor, si te apuntas a esta dieta, es que erradicas de tu día a día los ultraprocesados. Pero además es alta en macronutrientes y engloba proteínas, grasas saludables y carbohidratos de calidad; además de vitaminas y minerales. Aunque no son muchos ni muy concluyentes porque algunos se han hecho durante poco tiempo y con muestras pequeñas de personas, hay estudios acerca de los beneficios de la dieta paleo para la salud, como que ayuda a mejorar el control de la glucosa , favorece la pérdida de peso y la reducción de la presión arterial o que mejora la microbiota intestinal, tal y como detallan en esta web especializada.
Las carnes son fundamentales, especialmente las magras
El mejor superalimento: el sentido común
Eso sí, de poco sirve cambiar la alimentación si no hacemos algo más por nuestra vida. Sabes que en el paleolítico no se fumaba, ¿verdad? Y tampoco tenían Instagram, Netflix ni la Play 4 funcionando 24/7. Así que sí, esta dieta puede darte más energía, mejorar la composición corporal e incluso mayor rendimiento deportivo, siempre y cuando la acompañes con hábitos saludables como el deporte, un buen descanso o hidratación. No hay letra pequeña que diga que tienes que salir a cazar dientes de sable, no… ni te lo tenemos que decir nosotros. Tú sabes perfectamente qué hábitos son los que van a mejorar tu salud.
Y tampoco queremos decirte que esta sea una dieta milagro. Para nada. De hecho, también te hablamos en su día aquí de la dieta keto, que tiene bastantes cosas en común con la paleolítica, como la ausencia de comida procesada, aunque difieren en que la cetogénica limita los hidratos de carbono al no permitir algunas frutas y verduras y esta es un poco más flexible, porque realmente no restringe macronutrientes concretos.
La pirámide nutricional de la dieta paleo tendría una base predominante de frutas y verduras; seguida por carnes magras, pescado, aves y huevos; con frutos secos, semillas y aceites en el siguiente escalón -aquí podrían entrar los lácteos si quieres incorporarlos-; y como lo que más preocupa de la ‘base’ de esta forma de vida, es que excluyen alimentos con mucha fuente de fibra, vitaminas y minerales, en el último podrían tener cabida, según algunas fuentes y en menor cantidad, cereales y legumbres.
¿Pero voy a vivir más con la dieta paleo?
¡Uy!, si tuviéramos la bola de cristal… Hay tantos factores externos que determinan cuándo nos vamos a morir. Un piano de cola cayendo desde un 6º piso, por ejemplo. Se dice que los hombres de las cavernas vivían mucho menos, pero haciendo este post hemos descubierto que lo que bajaba la media de edad era la alta mortalidad infantil de la época; y que, los que sobrevivían, podían hacerlo hasta los 70. En España en 1.900 la esperanza de vida era de 35 años porque morían muchos jóvenes; y ahora estamos en los 84 años, la más alta de la UE.
Seguro que esta longevidad tiene mucho que ver nuestra fantástica Dieta Mediterránea, que muchos apuntan que ha de ser la ‘Biblia alimenticia’ sin discusión… Pero como en todas las modas deportivas y alimenticias –ayuno intermitente, detox, dash…-, siempre hay pros y contras, detractores y defensores a ultranza (que normalmente se suelen llevar algún beneficio, ojo). Desde Solobuey te animamos a que busques el equilibrio y la sensatez, el gym y el ñam, el entrecot y la elíptica, lo que mejor se adapte a tu día a día, lo que te guste y te vaya bien a ti. Y, sobre todo, que te muevas, que nadie lo va a hacer por ti.