Platos típicos post Semana Santa: recetas del Domingo de Resurrección
Ya estamos en plena Semana Santa, aún queda un poco de penitencia cárnica, pero enseguida llega el Domingo de Resurrección, un día en el que es tradición que se junten las familias y amigos después de la misa de Resurrección y se vayan a celebrar ‘la vuelta’ de su Señor, disfrutando de las comidas de las que algunos se han privado durante la Cuaresma.
Las recetas de carne se convierten de nuevo en protagonistas de grandes comidas, almuerzos, y aperitivos de numerosas zonas de la Península, y cada una tiene sus propios platos icónicos. Así que hoy vamos a hacer un tour por España en busca de esas recetas del fin de la Semana Santa, los platos típicos del Domingo de Resurrección.
Dos y pingada
Se trata de un plato simple y clásico que se come en el desayuno, comida y sobre todo almuerzo en Zamora el Domingo de Resurrección, normalmente cuando acaba la procesión. Es un plato sencillo que consiste en dos huevos fritos y jamón serrano ‘fresco’ pasado vuelta y vuelta por la sartén junto a unas rebanadas de pan. Muchos restaurantes añaden además otros productos del cerdo al plato original como lomo, chorizo o morcilla.
Hay quienes toman hasta dos y tres raciones al día. Por cierto, por si os ha surgido la duda, este dos y pingada debe su nombre a algo tan simple como pringar el pan en los dos huevos fritos.
Hornazo
Aunque se encuentran en numerosas zonas de España, como Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid y Andalucía, los más reconocidos de esta receta post Semana Santa son:
El hornazo granadino, que se come el 25 de abril en la festividad de San Marcos y el Domingo de Resurrección en la Vega de Granada. Es un panecillo del tamaño de una hogaza individual o un pequeño bollo hecho con masa de aceite, con sabor a anís, pasas y nueces, muy tierno y esponjoso, con un huevo en el centro que se sujeta a la masa con dos tiras de la misma masa con la señal de la Cruz. Después se cuece en el horno, por lo que el huevo queda también cocido. Es típico consumirlo acompañado de habas verdes, jamón serrano, tocino, bacalao…
El hornazo de Salamanca también es de los más famosos y consiste en una masa rellena de embutido ibérico, jamón y lomo adobado, similar a una empanada, aunque también se pude encontrar relleno de huevo cocido pero ya picado. Se hace también en el horno con un enrejado de masa decorativo muy característico.
Torto Menés
Una tradición muy arraigada en Burgos es que familias y amigos se reúnan en una merienda el Domingo de Resurrección para disfrutar del torto menés, una masa de pan rústico con uno o varios chorizos locales y manteca, que cocido en horno de leña constituye uno de los platos más tradicionales de la gastronomía del Valle de Mena.
Bollo preñao
Podría parecerse pero no… el ‘bollu preñau’ para los asturianos, se trata de una pieza de pan rellena de chorizo (o panceta en algunas zonas) que suele ir acompañada con vino o sidra para beber. Se puede decir que es un producto típico de Asturias y que se ha extendido con diversas variantes a Cantabria y ciertos pueblos de León y Galicia.
Para su preparación tradicional se suelen tomar unos chorizos y se dejan cocer en sidra hasta que estén ligeramente blandos. El mejor para esta receta es el chorizo asturiano, pues tiene un sabor intenso de pimentón. Tras la cocción se prepara una masa de harina que normalmente es de pan pero a veces se puede encontrar más hojaldrada y se coloca dentro el chorizo y en su caso, la panceta. Se cierra completamente y se hornea. El sabor del pan empapado del chorizo es… mmmm, de los que no se olvidan.
Caldo de siete carnes
También conocido como ‘sancocho dominicano de 7 carnes’, es una receta tradicional para los días posteriores a la Pascua, un caldo elaborado con carnes, patatas, algunas hortalizas como zanahoria o maíz y especias. En América Latina lo podemos encontrar de numerosas formas y se cocina en países como Colombia, Cuba, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana, y aunque bajo el nombre ‘sancocho’ también es tradicional en las Islas Canarias -de hecho ese es más de la previa, de Semana Santa, y se elabora con pescado-; hablamos de ese caldo ‘multivarietal’.
Esas 7 carnes con las que se elabora el caldo de nuestras islas son: chorizo, tocino, morcillo de vaca y falda de ternera, pierna de cordero, costillas de cochino salado, gallina, pollo, pichón y perdiz. Se acompaña de zanahorias, papas, garbanzos, coles, ñames… En Latinoamérica usan cabrito en lugar de tanta ave y otras verduras y hierbas aromáticas.
Y para el postre…
¡Las monas de Pascua! Es uno de los postres más representativos que se toma al finalizar la Cuaresma por Murcia, la Comunidad Valenciana… Un dulce hecho de pan brioche, de forma redondeada y coronada con huevos duros, que hoy en día puede encontrarse con creaciones de lo más originales y figuras de chocolate que sujetan el huevo. Volvemos a Asturias para terminar, donde se hace ‘El Bollo’ o Mantecado de Avilés, un bizcocho que se suele presentar en varias alturas y adornar con figuras de chocolate, plumas, chucherías, azúcar glass y virguerías varias, y que se elabora con huevos, azúcar, mantequilla y harina exactamente en las mismas proporciones. Es el regalo que suelen hacer los padrinos a sus ahijados el Domingo de Resurrección.
Ya hemos hecho un buen repaso a la gastronomía post Semana Santa, concretamente de Domingo de Resurrección, y aunque quedan muchas elaboraciones por mencionar, si algo nos ha quedado claro en la investigación ¡es que teníamos muchas ganas de volver a la carne!