Celebramos el Día de la Empanada: del pulpo al tango
En el casi interminable universo culinario hay platos todoterreno que se adaptan a todos los gustos y momentos. Ya sea como entrante en una comida con amigos, un almuerzo rápido en el trabajo, como comodín cuando no nos apetece meternos en la cocina o incluso para incluir en un picnic ahora que ha llegado la primavera. ¿Y qué bocado abarca todo esto? ¡La empanada! Tanto en su versión gallega como argentina, nos tiene ‘in love’, y por eso el 8 de abril celebramos su ‘Día Mundial’ por todo lo alto. ¿Quién se apunta?
El concepto de la empanada no es exclusivo de una sola región. Y es que, desde las antiguas sociedades griegas, se nos ha metido en la mollera que eso de rellenar una masa puede resultar delicioso. ¡Y no seremos nosotros quien lo niegue! Desde la calzone italiana hasta el dumpling chino, la samosa india, los tacos mexicanos -de los que ya os hemos hablado en nuestro blog-, la empanada gallega e incluso la mítica empanada argentina, casi todas las culturas han explorado está práctica culinaria. Sin embargo, en honor a su Día Mundial, vamos a centrarnos en las dos últimas mencionadas.
Tanto en Galicia como en el país del tango, la empanada es todo un referente de la gastronomía. Eso sí, casi lo único que tienen en común es lo buenas que están. Porque no hablamos ni de la misma masa, ni mucho menos el tamaño o los mismos rellenos… Pero, antes de adentrarnos en los detalles de cada una, es importante explorar un poco sobre su origen e historia.
De dónde viene la empanada
Como nos cuentan múltiples estudios y artículos, como este de Supercurioso, el origen de la empanada se remonta a la antigua Grecia, donde se preparaban platos similares. Sin embargo, fue durante la invasión árabe en España cuando se introdujo la costumbre de cocinar carne dentro de una masa de pan, dando lugar a lo que hoy conocemos como empanada. Además, durante la Edad Media, este plato se utilizaba como un medio para conservar la comida durante los largos viajes, ya que la masa sellada mantenía los ingredientes frescos y protegidos de las bacterias.
Con el tiempo, las empanadas se extendieron por toda Europa y llegaron a América con la colonización española y portuguesa en el siglo XV. Allí se adaptaron a los ingredientes locales y a los gustos regionales de cada país latinoamericano, donde, en la actualidad, siguen siendo todo un icono de la gastronomía. Si queréis descubrir un poco más del tema, podéis echarle un ojo a esta enciclopedia de empanadas del otro lado del charco.
Tradición nacional: la empanada gallega
La empanada gallega es una joya gastronómica que seguro has comido en miles de ocasiones, ya sea en el norte de España o en cualquier otro rincón del país. Por lo general, tiene una forma rectangular o redonda y se puede comer tanto recién hecha como fría, cortada en porciones y disfrutada como aperitivo, tapa o incluso como primer plato.
En cuanto a su elaboración, la masa se prepara con harina de trigo, suele ser la de fuerza, como la que se usa para hacer pan, aunque también hay variantes que emplean harina de maíz, sobre todo en algunos municipios de las Rias Baixas. Y los rellenos, ¡oh, los rellenos! ¡Un universo de posibilidades! Pero antes, no podemos olvidar el sofrito o refrito mágico de cebolla y pimientos que es la base de prácticamente todos los acompañamientos y están taaan rico.
Entre los clásicos más clásicos, tenemos la empanada atún, de pulpo, de bacalao o de carne. En cuanto a esta última, se puede preparar en casa con nuestra carne de ternera, ya sea picada o en trozos -al gusto del consumidor- siguiendo esta receta de Rechupete. Además, existen otros ingredientes más innovades para añadir, como las zamburiñas, las sardinillas, los mejillones o una combinación de setas y queso. ¿Te atreves con alguno de estos? ¿O cuál sería tu propuesta ideal?
El ‘boom’ de las empanadas argentinas
Aunque no hay que menospreciar todas las demás que se hacen por el mundo, la verdad es que la empanada argentina -que no empanadilla- ha vivido un auténtico apogeo fuera de sus fronteras en los últimos años. Y su fama está más que justificada. ¡Están muuuuy buenas! De un tamaño mucho más pequeño que por ejemplo la gallega -así da para comerse varias-, la empanada argentina es semicircular, con la masa doblada sobre el relleno y sellada en los bordes, creando un patrón de pliegues decorativos llamado ‘repulgue’.
Otra de las claves que hacen única esta receta son sus ingredientes. La masa, que puede ser hojaldrada o criolla, se prepara con harina de trigo, sal, grasa y agua. Esta masa va a ser el lienzo sobre el que se despliegan una infinidad de rellenos, a cuál más creativo. El sabor más típico es el de carne -bastante especiada casi siempre-, aunque hay firmas muy creativas, como Graciana Empanadas Argentinas (de quienes hemos cogido prestada esta y la foto de portada con la que aún sigues babeando…) que lleva 10 años creciendo desde Madrid, que hacen en torno a 40 diferentes, como son las de pollo, de espinacas y queso, de atún, de pato y setas, su tradicional humita, el también muy argentino cordero mapuche, e incluso versiones dulces con Nutella o anzana y canela.
Si nos sentimos cocinillas y queremos recrear uno de sus rellenos más emblemáticos, tenemos parte de los ingredientes en nuestra tienda online: necesitaremos chorizo criollo, queso provolone, cebolla a la plancha, tomate seco y un toque de vino blanco. Aquí te dejamos un tip rápido para aprender el arte del repulgue. ¿Otra idea más? ¡Prueba a hacer una de calabaza y queso mascarpone!
Lo que está claro es que, entre empanadas gallegas y argentinas, tenemos mil opciones para celebrar su Día Mundial. ¡No hay excusa que valga para saltárselo!