5 recetas diferentes con pollo de corral
La operación bikini se acabó, también pasaron las esperadas vacaciones y con ellas se evaporan las barbacoas, los mojitos, los helados, etc. Y ya con la mirada puesta en los trajes de las Navidades, parece que estamos condenados a la hoja de lechuga, pero nada más lejos de la realidad. Para que se nos haga menos tedioso el cuidarnos, lo mejor es comprar productos de calidad y sabrosos, y uno de los alimentos con más proteínas, muy sano y muy rico es nuestro pollo de corral. Aquí te traemos 5 recetas muy originales para que pruebes en casa.
- Muffins de pollo con arroz:
Estos pastelitos salados son muy fáciles de hacer y aunque técnicamente los ingredientes podrían sonar aburridos, la forma de hacerlos le aporta un toque distinto que hará que comamos este plato con una sonrisa de oreja a oreja. Cocina unos filetes de pechuga de pollo a la plancha hasta que estén dorados por ambos lados y desmenúzalos con un tenedor. En un bol mezcla tres huevos batidos (puedes usar solo claras si quieres que sea más light), una zanahoria rallada, dos cebolletas picadas finamente, 500 g de arroz blanco cocido (o integral), el pollo desmenuzado, 150 g de queso rallado (puedes eliminarlo de la receta o elegir uno con grasa y sal reducidos) y una pizca de sal y pimienta. Echa un poco de aceite de oliva en cada molde y coloca una cucharada de la mezcla en cada hueco. Hornea durante unos 15-20 minutos a 200º y prepárate para disfrutar de la magdalena más healthy que has probado jamás.
- Nuggets de pollo caseros:
¿Os acordáis cuando la semana pasada hablábamos de los electrodomésticos ideales para tu cocina? Pues es el momento de sacar la picadora de carne y darle uso. Nada de productos congelados, con esta receta haremos de manera fácil y muy casera este plato tan conocido y que además es perfecto para los más peques. Corta dos pechugas de pollo en trozos pequeños y pásalos por la picadora hasta que formen una pasta. Mézclalo con 175 g de queso tipo Philadelphia (puedes comprar la versión light) y una pizca de sal, y con las manos haz pequeñas porciones de la masa. Para empanarlos puedes usar pan rallado o cualquier otra versión. En este artículo hace unas semanas te contábamos diversas opciones de empanados para que no siempre sea el mismo. Y recuerda que es mucho más sano cocinarlos en el horno que freírlos, ¡pero depende de tus gustos!
- Pollo relleno de guacamole:
El aguacate es un alimento con multitud de propiedades. Tiene mucha fibra, regula los triglicéridos, es un aliado para la memoria porque es antioxidante, es rico en ácido fólico, está lleno de vitaminas, revitaliza la piel y un largo etcétera. Así que es perfecto para combinarlo con pollo y hacer una receta de 10. Lo primero que tienes que hacer es preparar el guacamole, con cebolla picada, tomate y aguacate en taquitos muy pequeños, cilantro, zumo de limón, un chorrito de aceite y una pizca de sal y pimienta. Precalienta el horno a 200º, salpimenta los filetes de pechuga y colócalos encima de papel de horno en la bandeja. Reparte el guacamole encima, enróllalos y átalos con hilo de cocina. Hornea los rollitos durante 15-20 minutos a 180º y sácalos cuando estén dorados. Nunca algo tan rico tuvo tanto impacto positivo en la salud.
- Pollo con almendras:
Se trata del mítico plato de los restaurantes chinos y vamos a demostrarte que es muy sano prepararlo en casa. Las almendras son ricas en proteínas, tienen un índice glucémico muy bajo y las grasas que aporta son las saludables que necesita el cuerpo parta funcionar correctamente. Además tienen calcio, hierro, fósforo y una cantidad enorme de vitamina E. Por otra parte, la salsa de soja es un condimento con beneficios para nuestro organismo ya que contiene gran variedad de nutrientes. Desde proteínas y fibra, hasta aminoácidos esenciales y lecitina, que ayuda a la regeneración celular. Para este plato, corta en tacos grandes 3 filetes de contramuslo de pollo (son súper jugosos y perfectos para esta receta), cúbrelos con salsa de soja y deja que maceren una hora en la nevera. Tuesta las almendras en una sartén y resérvalas. Pocha una cebolla pequeña y 2 zanahorias cortadas en rodajas y añade las almendras. Cuando haya pasado una hora añade el pollo sin la salsa de soja, séllalo, añade 200 ml de caldo de pollo y deja que todo se cocine durante unos 15 minutos hasta que reduzca un poco. Puedes añadirle arroz integral y atreverte con los palillos… existe la teoría de que comer con ellos hace que comamos más despacio y nos saciemos antes… ¿Quién sabe? Puede ser una técnica recomendable para la dieta.
- Pechugas de pollo caprese al estilo hasselback:
Detrás de este nombre tan misterioso se encuentra un plato que además de ser sano y estar riquísimo, es súper bonito. Y aunque hay muchas formas de presentarlo, esta que te proponemos le aportará más jugosidad a las pechugas y hará que se cocinen por dentro más fácil y rápidamente. Lo que tienes que hacer es realizar unos cortes transversales a las pechugas con un cuchillo sin llegar al final. Corta unos tomates y mozzarella en rodajas, de modo que encajen en los cortes que has realizado, riega las piezas con aceite de oliva y salpimenta al gusto. Después solo tienes que hornear las pechugas durante unos 20-25 minutos a 200º, dependiendo del grosor de la carne. Cuando lo saques, añade unas hojas de albahaca fresca en cada corte y quedará precioso.
Estamos seguros de que te han entrado ganas de cocinarlos todos… ¿con cuál te quedas?