Cada día encontramos múltiples e ingeniosos electrodomésticos y utensilios de cocina que nos hacen la vida más fácil y rápida -o a veces simplemente los tenemos porque son curiosos o divertidos… porque, ¿quién necesita realmente una palomitera o una tostadora con la cara de DarthVader?-. Pero vayamos a lo que nos interesa:¡la carne! Si eres un carnívoro de pro y tienes dudas sobre cuáles son los aparatos que deberías tener en casa para disfrutar de la mejor manera posible de estos manjares, aquí te traemos un listado -y un poquito de su historia-, para que conserves, prepares y cocines carne como un profesional.

Podría parecer muy obvio pero no todos tenemos un buen horno en casa. Y eso que se trata de uno de los inventos más antiguos de la historia de la cocina. De barro o de piedra, han sido comunes desde los albores de la humanidad.En Europa Central se han llegado a datar varios hornos entre el 30.000 – 29.000 a.C. Pero el mundo de los hornos se modernizó en 1907, cuando el francés Paul Héroult desarrolló el primer horno de arco eléctrico con fines industriales. Luego el invento se convirtió endoméstico y han evolucionado hasta nuestros días en los que ya incluso los hay que se limpian solos. La cocción al horno es el medio ideal para las piezas grandes de carne que por su tamaño requieran tiempos largos de cocinado, de modo que el calor de lasuperficie pueda llegar a alcanzar el centro de la pieza. Te recomendamos probar con un cochinillo o con cordero lechal, ¡son los reyes del horno!

Los usos de una picadora de carne doméstica pueden ir más allá de lo obvio, ya que algunas traen accesorios con los que podremos complementar su uso troceando otros alimentos e incluso podremos preparar embutidos. En Solobuey tenemos una riquísima carne de ternera ya picada, pero puedes lanzarte tú mismo a hacerla e incluso mezclarla con otro tipo de piezas en la proporción que más te guste. ¿Has hecho alguna vez nuggets de pollo caseros? Pues empieza por hacerte con un buen pollo de corral, que pronto te chivamos una receta…

La historia de la utilización del vacío para la conservación de alimentos se remonta al siglo XVIII gracias al sistema desarrollado por Nicolás Appert. El envasado al vacío ha pasado de ser una práctica que solo se veía en el ámbito industrial, a algo más o menos habitual en los hogares gracias a que podemos encontrar envasadoras a precios bastante asequibles. Con este método se garantiza un espacio seguro y libre de microorganismos, se retarda la oxidación y descomposición de los alimentos, y conserva todo el sabor y las propiedades. Es una buena forma de preparar porciones diferenciadas y luego congelarlas.

Otro utensilio con el que cocinar como un auténtico chef de estrella es una plancha con piedra natural. Las hay de varios tamaños así que seguro que encuentras una perfecta para ti. Y es que el sabor que le da la piedra a las piezas de carne es inigualable y puedes quedar súper bien organizando una cena con amigos en la que ésta sea el centro de la mesa. Unos solomillos de vaca vieja pueden ser unos ‘invitados’ perfectos a tu velada.

Si quieres darle una vuelta de tuerca a tus comidas y cenas puedes hacerte con una fondue para carne. Suelen ser de acero inoxidable -no como las de queso que normalmente son de barro-. Son fáciles de usar y una forma original y divertida de cocinar la carne en la misma mesa.Para la fondue es recomendable usar carne de ternera de primera calidad, y las piezas más tiernas, -puedes probar con unos estupendos solomillos de ternera-, bien limpios de grasa. Si queremos una versión más lightpodemos sustituir el aceite por caldo de carne, e incluso usar pollo en vez de ternera. La principal ventaja de la fondue es que no requiere apenas preparación y es una comida excelente.

Por último os traemos un utensilio de cocina bastante novedoso que nos encanta a la hora de cocinar cualquier tipo de carne y que es perfecta para guisos (para los que echan de menos los platos de cuchara ¿qué tal una fabada?) Se trata de la ‘Crock pot’ o slow cooker es una olla de cocción que permite cocinar lentamente, durante muchas horas y a muy bajo coste en una cocina doméstica, porque consume muy poca electricidad. Además tienen una función que mantiene la comida caliente hasta que vayas a consumirla. Las hay de diversos materiales, tamaños y potencia, son súper fáciles de usar (y de limpiar, que también es importante), y además suelen venir con libros de recetas en los que te explican los tiempos de cada plato, y si no… ¡en internet hay de todo!