Cocinar y congelar, ¡todo es empezar!

Cocinar y congelar, ¡todo es empezar!

Tal y como están las cosas con el Estado de Alarma en España, si te has dejado llevar por las masas, seguro que a estas alturas tienes la nevera llena hasta de papel higiénico -afortunados algunos…-. Bueno, pues para empezar, ¡que no cunda el pánico, que no se van a acabar los recursos! Nosotros seguimos trabajando para que eso no ocurra. Y es que desde nuestra sede en Mercamadrid, recibimos, cortamos, envasamos y enviamos a domicilio todo nuestro catálogo como siempre para que no os falte de nada. Podéis hacer acopio de lo que más os apetezca y luego ir dosificándolo para que no se os estropee nada.

Hace unos meses os hablábamos de cómo congelar y descongelar la carne correctamente en crudo -lo mejor es hacerlo nada más recibirla si no la vais a consumir pronto-, pero ahora que estamos tan creativos y ociosos con el confinamiento, os proponemos uniros al #yomeloguiso o #yococinoencasa para evitar que se nos estropee y oye, si nos pasamos de precavidos, no pasa nada… ¡ya tenemos los tuppers hechos para cuando volvamos a la oficina!

Pero no cualquier receta ‘sobrevive’ bien a un congelado. Los arroces o las patatas no suelen salir bien parados porque el exceso de agua los pasa o les da un sabor diferente, así que es preferible preparar la base del guiso con su salsa y perder un ratito el día que vayamos a consumir en añadirle la guarnición. Más allá de esta premisa, las carnes de cerdo, ternera, cordero o pollo… estarán deliciosas al descongelarlas si no las hemos sobrecocinado y más aún si las hacemos con algún tipo de salsa (mejor si lo guardamos cubierto en ella) en las que puedan calentarse al chup chup después -como unas albóndigas con tomate, unas carrilleras de cerdo ibérico con pisto, una fabada con su compango o piezas más gruesas al horno que además podemos guardar ya fileteadas-. Un consejo de madre: si os gustan las salsas trabaditas, es mejor añadir la maizena o el espesante que le queráis echar al recalentarlo. Y sobre todo, que a nadie se le ocurra marcar un buen entrecot en la parrilla y dejárselo bajo cero para el mes que viene, por favor. Las carnes que vayan a ir directamente a la plancha es preferible congelarlas en fresco, que no se tarda tanto en hacerles un ‘vuelta y vuelta’.

Si seguís nuestras redes sociales veréis que cada semana os damos ideas para que aprovechéis al máximo nuestros productos y que no os aburráis de cocinar siempre de la misma forma, pero sin complicaciones, para todos los públicos. Hoy acompañamos estos consejos recopilando algunas de esas recetas que lucirán igual de bien después de congelar.

A ver si al final vamos a tener que agradecerle a este coronavirus el regalarnos tiempo con los nuestros y enseñarnos a comer mejor.

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