Curiosidades de San Isidro

Curiosidades de San Isidro

Pichi… es el chulo que cocina… una buena receta con rabo de toro (vaca) y que compra rosquillas para toda la familia. ¡Por fin ha llegado San Isidro! La fiesta más castiza y presumida de la capital viene para que todos bailemos chotis, comamos gallinejas y bebamos limonada. Ten el clavel o la parpusa a mano porque nos vestimos bien guapos -y chulapos- para conocer algunas de las curiosidades de San Isidro y para que así vayas a la pradera bien informado y no te pillen desprevenido.

 Ya conoces quién fue el Santo, qué milagros hizo, cuándo se construyó la conocida ermita y hasta la receta más tradicional de estas fechas… te lo hemos contado en otros post, así que no nos vamos a repetir pero puedes echar un vistazo en el buscador del blog. Como ya conocemos la historia de siglos de antigüedad -hasta vemos cómo era gracias a Goya-, este año vamos a por las curiosidades de San Isidro, esos datos que no se suelen escuchar tanto y que son un buen tema central mientras tomáis la limonada… o lo que se tercie.

Origen del chotis

“Madrid, Madrid, Madrid, pedazo de la España en que nací…”, así reza uno de los chotis más famosos, ya sea en su versión clásica o en otra más moderna. ¿Alguna vez te has planteado de dónde viene? Empezamos con una de las curiosidades de San Isidro más desconocidas. Llamamos chotis tanto al baile como a la música y su nombre deriva del término alemán Schottisch (“escocés”), una danza social centroeuropea que se puso muy de moda en el siglo XIX. No llegó a Madrid hasta 1850 y se dice que se bailó por primera vez en el Palacio Real con el nombre de “polca alemana”. Tal fue su éxito en la sociedad que lo adoptamos a nuestra manera y lo convertimos en un símbolo de nuestra fiesta. Al compás de un organillo, la mujer gira alrededor del hombre y este a su vez va girando sobre su propio eje. Si te fijas bien, los hombres parecen estatuas y realmente no necesitan más que una baldosa para bailar.

Curiosidades de San Isidro Las Ventas

¿Eres más chulo que un ocho?

 En la actualidad se utiliza esta expresión cuando queremos decir que una persona actúa con insolencia, de forma desafiante, canalla o también porque es presumida o va vestido muy elegante. Pues su origen tiene relación con esta fiesta. Hay que remontarse a principios del siglo XX e imaginar que queremos celebrar San Isidro en el parque de La Bombilla. Tú y tu pareja os arregláis, os poneis bien guapos con el mantón, el vestido, el pañuelo, camisa, chaleco, parpusa… ¡y que no se te olviden los claveles! Ya peripuestos salís de casa y tenéis que coger el tranvía, miráis el mapa de líneas y ¿cuál es el que tenéis que coger? ¡El número 8, claro! Como los vagones de esta línea se llenaban de gente vestida con los trajes típicos, así se quedó la expresión.

Curiosidades de San Isidro fuera de Madrid

Este santo no solo es venerado en la capital española, también hay tradición en Talavera de la Reina (Toledo), Murcia, Albacete, Badajoz, Cádiz… ¡y en México! Al otro lado del charco celebran esta fiesta arraigada a las buenas cosechas. En este país los franciscanos se asentaron en la ciudad de Metepec e implantaron el culto al santo. La población, al llevar una vida agrícola, se sintió identificada con el ‘labrador’ y empezaron a rendirle culto.

Lo mejor de una fiesta es… ¡comer!

Sabemos que estás pensando en rosquillas, pero antes de llegar al postre, es importante llenar bien el estómago con los platos típicos: entresijos, gallinejas, chicharrones… Y si habéis visto nuestras redes sociales esta semana, os habréis dado cuenta de que el rey por excelencia es el rabo de toro. Y es que desde los años 50 se optó por sacarle el máximo partido a la feria taurina de Las Ventas y desde entonces es habitual encontrarlo en restaurantes esos días. Eso sí, antes se encontraba el de lidia en Casa Toribio, ahora que ha cerrado sus puertas, no está muy claro quién se reparte el ‘botín’. Lo que debéis saber es que un altísimo porcentaje de lo que venden como ‘toro’, es vaca. El nuestro lo vendemos como lo que es.

Arroz meloso con rabo de vaca

Además, este manjar se puede elaborar de diferentes maneras: el año pasado os contamos la versión estofada al vino tinto. Y para este año… ¿qué tal un arroz meloso? Lo hemos hecho en la olla exprés y nos ha quedado estupendo, así que tampoco requiere mucho tiempo y vais a triunfar. Aquí curiosidades de San Isidro no hay, ¡lo curioso sería que alguien se atreviese a dejar algo en el plato!

Y ahora ya sí, vamos al postre. Según cuentan, debemos el dulce típico, las rosquillas, a una señora de Fuenlabrada conocida como ‘la tía Javiera’. Las preparaba en el siglo XVIII para luego venderlas ese día. Comúnmente se conocen dos tipos: las listas y las tontas. Pero hay cuatro en total si sumamos las francesas y las de Santa Clara. ¿Ya se te ha hecho la boca agua?

Rosquillas de San Isidro, Listas

Por fin estamos ‘listos’ y bien chulos para presumir de nuestra fiesta más castiza con sabrosas costumbres y alguna que otra receta para hacer la previa en casa. ¡Más que preparados con estas curiosidades de San Isidro! Para adaptarlo a este siglo, ya puedes ir diciendo ‘mazo’, ‘me renta’ y pedir la Mahou en un ‘mini’ -que de pequeño no tiene nada-. ¿Nos vemos en La Pradera?

 

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