El snack perfecto, el acompañante ideal para tus platos y ese aliado de emergencia que nunca falla para compartir y matar el gusanillo. Los frutos secos son el súmum de los aperitivos. Ricos en hierro, calcio y fibra. Además de saludables, aportan sabor y marcan la diferencia. Todo un must si quieres impresionar a tus invitados añadiendo este alimento tan especial a tus recetas de carne.

Los frutos secos son “aquellos cuya parte comestible posee en su composición menos del 50% de agua”. Así lo define el Código Alimentario Español (CAE). Si tienen más, obviamente, ya no son ‘secos’, son frutas sin más. Avellanas, almendras, anacardos, nueces, nueces pecanas, nueces de macadamia, castañas, pistachos, cacahuetes (aunque estos son en realidad de la familia de las leguminosas)… La lista es muy extensa, casi tanto como sus propiedades. Protegen nuestros huesos y músculos, aportan nutrientes para la piel y el pelo, nos ayudan a cuidar nuestro corazón y a fortalecer la memoria y son una fuente de energía y grasas saludables. ¿Qué más se puede pedir?

Un puñado de frutos secos al día nos aportará energía y otros muchos beneficios

Nuestros antepasados ya conocían los múltiples beneficios de los frutos secos. Este alimento se introdujo en nuestra dieta con los orígenes de la agricultura en el año 3.000 a.C. Si un alimento ha sobrevivido a lo largo de la historia hasta nuestros días es que tiene todo bueno. De hecho, se recomienda consumir de 3 a 7 raciones a la semana… no más, porque aunque tienen bajo contenido en hidratos (menos la castaña), y son ricos en fibra, hierro, calcio, magnesio, ácido fólico y proteínas (del 10 al 30%), también tienen grasas, entre el 30 y el 60%, sobre todo mono y poliinsaturadas. Como todo, sin abusar…

Su sencillez hace que siempre tengan cabida en cualquier receta. A pesar de que les llamemos secos son la alegría de la huerta en nuestras cocinas y os lo vamos a demostrar.

 Los frutos secos más conocidos

La gran variedad de frutos secos en el mercado hace que caiga siempre alguno en nuestra cesta de la compra. Confiesa, raro será que no piques, a no ser que seas alérgico…Porque no hay paladar que se resista a sus sabores. Si eres fan de los frutos secos, seguramente tengas una balda o puertecita en la despensa dedicada a ellos en modo altar, así para que los conozcas un poco mejor, por aquí te dejamos las propiedades de los más comunes:

Cualquier fruto seco, como estas nueces pecanas, acompañan genial al queso

• Avellanas: son tan populares que hasta tienen una canción que a lo mejor te suena… Son la mejor fuente de calcio de origen vegetal. Ayudan al sistema endocrino, nervioso, sanguíneo, muscular y cardiovascular.
• Nueces: fruto del nogal -la civilización mesopotámica ya lo cultivaba hace 7.000 años-, se podría considerar el fruto seco por excelencia. Es muy nutritivo y energético, contiene muchos antioxidantes y numerosos minerales como el potasio. El favorito de las madres, pues su apariencia recuerda a un cerebro y es el aperitivo que nos han metido en la mochila toda la vida en época de exámenes. No confundir con las nueces de pecan y las de macadamia, otros frutos secos más exóticos que tampoco se quedan cortos en beneficios.
• Almendras: son un potente antioxidante con propiedades antiinflamatorias. Ayudan a controlar el peso y aportan grasas saludables. Ideal tanto para deportistas como para los que no se levantan del sofá (mal). Su alto contenido en fibra ayuda al tránsito intestinal. Tiene efecto saciante, así que es el mejor para picar entre horas.

 Y ahora vamos a cocinarlos con carne

Postres, ensaladas, salsas, panes -estos los admiten todos-, lácteos… Aunque de primeras nos parezca raro, los frutos secos son muy versátiles y no ‘se llevan mal’ con nadie. No necesitan cocinarse, y si los añades a tus recetas, ya sean sencillas o un poco más sofisticadas, tendrán un punch especial por su sabor y la textura crujiente. ¿Te animas a sumárselos a alguna de nuestras carnes? Pues tenemos unas cuantas ideas…

Los frutos secos se pueden integrar en muchas salsas

• Entrecot con salsa de setas y castañas. El otoño es sinónimo de setas y castañas. La combinación de carne con esta finísima salsa al lado para mojar es perfecta, o si la hacemos sin triturar, podemos usarla de guarnición. Con las castañas y los hongos enteritos ¡mucho mejor! Una receta muy sencilla, solo vuelta y vuelta a la carne de nuestro entrecot de vaca vieja, o con un solomillo de cerdo ibérico y para la salsa necesitaremos unas 3 chalotas, 1 diente de ajo, 500 g de setas, 2 cucharadas de puré de castañas -y nuestra recomendación es, ahora en otoño, incluir unas cuantas enteras cocidas-, pimienta, tomillo, sal, y 200 ml de nata o leche evaporada para hacerla más ligera.
• Hamburguesa con quesos y pan de frutos secos. Si eres de los que te gusta de vez en cuando darte un homenaje con un gran ‘pecado carnal’ y eres turófilo como nosotros, es decir, un profundo fan del queso, esta es tu receta. El sabor suave de, por ejemplo, nuestra hamburguesa de ternera junto con el queso ahumado de Pría + unas rodajas del Pont L’Eveque o el toque azul del de La Peral, la harán irresistible. Le podéis añadir también pepinillos, orejones… y lo que más elaboración tiene es el pan (aquí tenéis todas las pistas del making of) pero el resultado merecerá la pena. ¡A amasar!
• Pollo con almendras. Y si te apetece una cena estilo asiática, te puedes lucir con este plato. Salsa de soja, filetes de pechuga de pollo de campo, un poco de jengibre molido, una cucharadita de azúcar moreno, zanahoria, cebolla, si os apetece calabacín… y un buen puñado de almendras crudas sin piel. Un clásico de la gastronomía china con el que siempre se acierta. ¿Os apetece que hagamos una versión de este plato en nuestras videorrecetas de los viernes en redes sociales?
• Lomo de cerdo relleno de carne y frutos secos. ¡Todavía queda!, pero las luces de Navidad se encienden cada vez más temprano. Por eso, si quieres ir practicando el plato estrella de la cena de Nochebuena añade a tu lista de la compra: piñones, nueces, pasas y ciruelas para el relleno. Y por supuesto, el lomo de cerdo, que nos podéis encargar sin cortar si vais a hacer una receta como esta. Una buena pieza de carne blanca magra y tierna para rellenar (perfecto también con el redondo de ternera) para que toda la familia se dé un festín. ¿Que cómo se hace? Pues con paciencia y cariño. Por aquí os dejamos una idea que nos da la revista Lecturas.

Las piezas más jugosas de carne se pueden rellenar con frutos secos y dulces como orejones

Ya has visto que nuestros protagonistas del día tienen infinidad de posibilidades. Solos a puñaditos, en cocina salada con carne, seguro que ya se los echas a tu desayuno… y nos hemos dejado la sección de postres porque ¡seguro que el brownie y la tarta de Santiago las tienes más controladas! Van bien a cualquier hora del día y si además son beneficiosos para la salud, bienvenidos sean. Así que ya sabes, ¡si tienes el día seco, alégrate con un fruto seco!