La estrella por excelencia de la gastronomía mexicana también tiene su día, el 31 de marzo. Ya son indispensables en nuestra mesa porque nos encanta acoger lo mejor de cada país. Un plato con muchísima variedad de recetas, y hoy nos vamos a centrar en los tacos con carne, que es lo nuestro. Podemos usar pollo, cerdo, ternera… Nos ponemos el delantal y el sombrero charro para homenajear este día desde casa.

El calendario gastronómico es infinito, casi a diario se celebra ‘el día de’ para recordar algún plato, alimento o bebida en concreto. Sin embargo, hay que admitir que unos están más ricos que otros -aunque es cuestión de gustos- pero seguramente estés de acuerdo en que no es lo mismo el día del champiñón relleno, las espinacas, las nubes de azúcar o el sándwich mixto que el del cocido, el queso o las croquetas. En el caso de los tacos, están claramente en el equipo de los más sabrosos y es por eso que se merecen este post para repasar sus variedades más típicas. Aunque en España no comamos tacos con carne con frecuencia, son lo mejor para una tarde de picoteo con amigos, para que los niños disfruten manchándose las manos y -ya que nos ponemos mexicanos- para acompañar unos buenas margaritas. Órale pues, ¡manos a la obra!

Breve historia sobre los tacos

 No hay una fecha concreta que certifique su creación, pero hay dos posibles teorías. La primera nos lleva al México prehispánico en tiempos de Moctezuma, donde las tortitas de maíz se calentaban en una piedra hasta quedar como lo que conocemos actualmente. La segunda es que la tortilla se usaba como plato donde apoyar o bien como envoltorio para que los hombres se llevaran envuelta la comida al campo. También se habla de que Hernán Cortés instauró la tradición de comer este rico plato porque acompañaba los tacos con carne de cerdo y la tortilla típica de la zona.

Pero realmente no es tan lejana la fecha en la que se empezó a celebrar este día. Fue en 2007 a raíz de una campaña televisiva en México, y a partir de entonces las taquerías empezaron a utilizarlo para realizar descuentos. Así es como, casi sin quererlo, se ha instaurado este día tan sabroso y sin cubiertos… Ya que tenemos la teoría, nos ponemos con la parte práctica para recrear los tacos más típicos imprescindibles en cualquier carta de un mexicano. ¡Nos va a quedar un menú bien chido!

Tacos al pastor

Posiblemente sean los tacos con carne más renombrados. Depende de cuántos quieras hacer, puedes utilizar 200 u 800 gramos de lomo o chuletas de aguja de cerdo, una carne rica en vitamina B1, calcio y hierro con una grasa magra saludable. Un corte meloso y jugoso que le da ese toque especial a este plato. Además necesitarás 50 ml de zumo de piña, 2 cucharaditas de cayena o pimentón picante, 3 cucharaditas de pasta de achiote, una de ajo en polvo, una de orégano seco, una de comino, una de sal y otra de pimienta negra molida. También 35 ml de vinagre de vino blanco, una cebolla blanca, piña, lima, cilantro fresco y por último, pero también importante, las tortillas de maíz.

Para la elaboración se corta el cerdo en trozos. En un recipiente mezclamos la cayena, el achiote, el ajo, orégano, comino, vinagre, el zumo de piña y una pizca de sal y pimienta. Se añade la carne y se remueve todo muy bien para que se impregne el adobo. Marinamos en la nevera durante un par de horas. Cortamos la piña en dados y echamos todo el contenido del bol en una sartén moviéndolo para que no se queme. Servimos en las tortillas con los trozos de cebolla, el cilantro y unos gajos de lima.

Tacos de cochinita pibil

 El sabor maya en un taco. Como estos son toda una institución, ¿quién mejor que el propio Gobierno de México para darnos las claves y los ingredientes para cocinarlos de la forma 100% mexicana? Si no tenemos las hojas de plátano, no hay que preocuparse, el dios de los tacos nos perdonará. Es que de esta forma de elaboración viene su nombre porque ‘pibil’ tiene su origen en la palabra maya pib que significa enterrado por las hojas como ya te contamos hablando de formas de asar alternativas. Nos apañamos con papel de aluminio, aunque no quede tan épico. Para estos tacos con carne os recomendamos la presa de cerdo ibérico, muy jugosa y sabrosa.

Más tacos con carne… ¡estos son barbacoa!

Estos son más representativos del estado de Jalisco y concretamente de la ciudad de Guadalajara. Todo un manjar para el que necesitamos 600 g de ragú de ternera para guisar, media cebolla, 2 dientes de ajo, 2 hojas de laurel y 5 g de sal. Por otra parte, para elaborar la salsa -clave en esta receta- se requieren 3 chiles rojos, 25 ml de vinagre de vino blanco, un diente de ajo, un clavo, un pellizco de pimienta negra molida, uno de orégano seco, uno de tomillo seco, uno de comino molido, uno de jengibre molido y otro de canela. Sal al gusto. Para completar, no se nos olvidan las tortillas, un poco de AOVE, media cebolla, lima y si os gusta, unas pocas hojas de cilantro fresco. Como esto no solo es mezclar y a la sartén, os remitimos a la receta de Bonviveur para que os salgan espectaculares.

¿Unos de pollo? ¡Pues con flor de calabaza!

Los habrás visto en casi todas las cartas de mexicanos por aquí y si no los has pedido nunca, ya estás tardando… Después seguro que quieres replicarlos en casa, así que vamos a intentarlo. Necesitaremos 2 pechugas de pollo de corral, 2 tazas de flor de calabaza -en algunos sitios las podrás encontrar frescas, pero existen también en conserva– 200 g de queso mozzarella rallado, 3 chiles poblanos, ½ taza de caldo de pollo, 1 taza de nata o leche evaporada, sal y pimienta al gusto y tantas tortillas como seáis capaces de comer. Si las flores están crudas las cocemos 3 minutos y las reservamos escurridas cuando estén tiernas.

Vamos a hacer una salsa poblana licuando los chiles pelados y sin pepitas con el caldo de pollo y la nata hasta conseguir una mezcla homogénea. Salpimentamos y retiramos. Por otro lado salteamos las pechugas cortadas en tiras finas y cuando esté dorado añadimos las flores de calabaza y el queso. Cuando empiece a fundirse rellenamos las tortillas y bañamos con la salsa poblana. ¡Están brutales!

Ya conocéis los tacos con carne más típicos, pero la lista podría ser mucho más larga: de nopal (cactus), carnitas, de bistec, carne asada, de canasta, de alambre, de obispo, arrachera… Daría para varios episodios y secuelas del Día del Taco. Si tienes una versión propia y no es muy mexicana, tampoco hace falta que se lo desveles a los invitados, puedes ‘hacer de chivo los tamales’, es decir, engañar a los comensales como dicen allí. Eso es de lo mejorcito de esta elaboración, que puedes meterles lo que quieras dentro y, sobre todo, lo ricos que están.