Salimos en busca de recetas de pollo viajeras

Salimos en busca de recetas de pollo viajeras

Se nos ve a la legua el afán trotamundos que destilamos. Nos gusta conocer países, culturas y gentes de todo el planeta, pero, sobre todo, ¡su gastronomía! Hoy nos vamos a buscar recetas de pollo por el mundo, platos que nos despiertan curiosidad porque aquí lo cocinamos de mil y una maneras -al ajillo, plancha, al horno, empanado, relleno, guisado, al limón… – pero fuera de nuestras fronteras, ¡TODAVÍA HAY MÁS! ¿Te vienes a descubrirlas?

Vaya por delante que somos fieles defensores del producto nacional, nos encanta nuestra tierra y lo que nos proporciona. De hecho, gran parte de nuestro catálogo procede de animales de aquí… pero eso no quita que nos encante descubrir mundo y sobre todo, ¡mostrároslo! Porque puede que no tengas el pasaporte lleno de sellos, pero internet -y este blog- te da alas para descubrir, por ejemplo, recetas de pollo viajeras que puedes replicar en casa con ingredientes locales. Bueno, quizás tengas que rastrear un poco en busca de alguna salsa o condimento, pero, en esencia, ¡podemos darnos una vuelta por el mundo en un periquete con el pollo bajo el brazo! Vamos a girar un poco el mapa ‘hacia la derecha’, a ver qué encontramos. ¿Quién se apunta?

Recetas de pollo viajeras de Europa del Este

Que sí, que al ajillo está muy rico, pero sin duda una forma diferente de preparar al protagonista del día es el Zakolot ucraniano, un aperitivo con forma de gelatina que se hace con pollo cocido con especias y deshuesado y setas. Después de un buen rato de chup chup se hace la gelatina con el propio caldo y se deja enfriar. Luego lo sirven sobre pan de centeno, mostaza y rábano picante. Si os ha entrado curiosidad, aquí tenéis el paso a paso.

En Bulgaria nos hemos encontrado un guiso tradicional con muchísimas versiones que se hace al horno en cazuela de barro, el Kapama. Vamos a intentar unificar estas recetas de pollo en una, al ‘estilo Solobuey’… Está claro que lo que no le pueden faltar son cuartos traseros de pollo troceados, y hay quien también le pone ternera y cerdo. Otro de los imprescindibles es la col fermentada, que en la receta que más nos ha gustado –aquí la tenéis– la colocan de base en la cazuela bien apretada; encima se pone una capa de arroz en crudo con sal, pimienta y pimentón y se cubre con agua; y después va el pollo con hojas de laurel en medio y un vaso de vino tinto. En este punto hay quien lo sella en manteca de cerdo previamente con champiñones y también se los añade antes del vino. El quid de la cuestión es que todo se cocina muyyy lento al horno, con la cazuela de barro bien sellada, durante unas 3 horas y media a 120º sin aire. ¿No estáis salivando ya?

Recetas de pollo viajeras estilo turco

De un salto nos vamos a Turquía sin apagar el horno, porque hemos localizado otra receta que dicen en Lecturas que sabe a kebab. Este Pollo al horno turco se hace con contramuslos marinados en yogur griego con ajos, comino, tomillo, pimentón y zumo de limón durante 12 horas (mmmm, suena bien). En la base de la bandeja se ponen cebollas y patatas, después el pollo con la piel hacia abajo, se hornea 45 minutos a 200º tapado con papel de alumino y después se le da la vuelta y se deja otros 45 más sin tapar. En los 5 últimos minutos se le añaden unos cherrys y está…  ¡para chuparse los dedos!

Otras ideas de origen asiático

Uno de los platos más populares y consumidos en la tan de moda Corea es el Dakgalbi, un salteado dulce y picante de dados de pollo marinados en una salsa a base de gochujang (pasta de guindilla) y rodajas de repollo, batata, cebolleta, cebolla y tteok (pastel de arroz). Al parecer se inventó allá por 1960 en Chuncheon como ‘versión barata’ del ‘gui’ -que se hace al carbón-, y se popularizó entre los militares que veraneaban en la zona y los universitarios con poco poder adquisitivo. Desde 2005 hay un festival anual dedicado a este plato en la ciudad que lo creó. Si queréis hacerla, por aquí va una versión con muy buena pinta.

pollo tandoori

Seguimos buscando recetas de pollo viajeras y llegamos a la India para probar el sabroso Pollo Tandoori. Este os lo dejamos directamente en videoreceta para que no perdáis detalle. No os puede faltar la leche de coco, y unas cuantas especias para la salsa, pero las encontráis todas en tiendas especializadas seguro. Y si os falta alguna, tampoco pasa nada. Ese bañito que se da en la salsa durante 10-12 horas, es la clave del éxito.

Venga, ahora una bien fácil y más rápida, para que os animéis a hacerla a ritmo de Rosalía, porque sí, esta ya os suena más si frecuentáis restaurantes japoneses, pero ¿cuántas veces habéis cocinado en casa el Pollo Teriyaki? Para la salsa solo tenéis que usar soja, sake, mirin y azúcar moreno. Y el resto de ingredientes los tenéis seguro en la nevera. Por nuestra parte necesitáis pechuga de pollo de corral.

Pollo teriyaki

Y con esta misma pieza hay otra receta de este continente que también es muy sencilla de replicar, el Pollo mongol o mongoliano. Solo tenéis que cortar la pechuga en dados o tiras, enharinarlos en maicena y dorarlos con cebollino y ajo. Luego añadís caldo de pollo y salsa de soja, espesáis con un poco más de maicena, y se os va a quedar suuupermeloso. Hemos encontrado esta otra versión que lleva salsa hoisin, jengibre y aceite de sésamo, más densa y con una pinta espectacular. ¿Cuál os gusta más?

Ya veis lo versátil que es esta ave. Podríamos eternizarnos contándoos recetas de pollo viajeras de estos y otros lugares, pero nos guardamos la carta para otro post si os ha gustado este primer episodio. ¿Habéis disfrutado del viaje? Pues ahora, ¡a cocinar!

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