Ya se nos van acabando los animales típicos de granja, pero aún podemos hablar de algunos y esta semana les ha tocado el turno a las cabras. Existen unas 230 razas de cabras en el mundo y las primeras fueron domesticadas hace aproximadamente 10.000 años en el Oriente Medio en las áreas ahora conocidas como Israel, Irán, e Irak. Normalmente lo que más se obtiene de ellas es leche, aunque también se puede consumir su carne pero es bastante dura y tiene un sabor fuerte. La piel y el pelo suelen utilizarse para realizar prendas y complementos como sombreros o bolsos.

Empezamos con las razas autóctonas españolas según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Entre ellas se encuentra la Florida, cuyo origen se sitúa a principios del siglo XX en el Bajo Valle del Guadalquivir y de la que existen unos 25.000 ejemplares en todo el país, sobre todo en Andalucía. Se utiliza para obtener leche. Otra es la Malagueña, que se distribuye por toda la península ibérica y también en algunos países de la cuenca mediterránea como en el norte de Marruecos. Su máxima concentración está situada en Andalucía y sobre todo en Málaga y las provincias limítrofes. Hay unos 300.000 animales de esta raza en nuestro territorio tiene un importante papel medioambiental: es generadora de paisaje y permite el aprovechamiento de restos de cultivos y de zonas marginales no pastoreables por otro tipo de ganado. Sus principales productos son tres: leche, queso y cabrito lechal; aunque en estos momentos también se trabaja en la elaboración de embutidos de carne de cabra, lacón y paté de hígado de chivo. La tercera raza de fomento es la Murciano-granadina, que actualmente se encuentra distribuida por toda la geografía española., aunque también se ha exportado a otros países, como Marruecos, Argelia, Grecia, e incluso a América del Sur. Se utiliza sobre todo para la producción de leche.

Como sabemos, de la leche de cabra se obtienen grandes quesos, y en Solobuey tenemos algunos de los mejores como el Cabrales, que se obtiene de mezcla de leche de vaca, oveja y cabra; el queso la Cabezuela, elaborado artesanalmente en la sierra oeste de Madrid con leche de cabra de la mezcla de raza Alpina y Angora, raza autóctona 100% de Guadarrama; o el Queso Zamorano Semicurado elaborado con leche pasteurizada mezcla, mínimo 50% de vaca, 25% de oveja y 10% de cabra, es un queso madurado con una curación natural mínima de 35 días.

Como siempre, os contamos las razas que están en peligro de extinción y que se están intentando recuperar en nuestro país, que son 19 tipos. Entre ellas se encuentran la Azpi Gorri, de la que quedan 1.300 ejemplares, la Cabra de las Mesetas con 1.200, la Galega con 1.100 y la Ibicenca que es la que tiene menos animales con solo 280, todas en la isla de Ibiza como su nombre indica.

En cuanto a la raza más extendida a nivel europeo, tenemos la cabra Alpina, cuyo origen se sitúa en los Alpes Suizos. También tenemos en España, donde se introdujo a mediados de los años 70 y ya están extendidas por la mayoría de nuestras provincias. Se trata de una raza de la que se obtiene mucha leche, y se adapta muy bien a la vida en granjas o en la montaña. También se aprovechan las pieles y se comercializan los cabritos lechales. Pueden ser de diferentes tonalidades, aunque lo más común es que sean de tono marrón o beige. También se puede destacar la Saanen, una raza caprina lechera originaria de Suiza y que se exportó a todo el mundo por la gran calidad de su leche. Son de color muy blanco y tienen una piel muy fina.

Por ejemplo en África está muy extendida la raza Boer, aunque actualmente gracias a sus características se puede encontrar en Canadá, Estados Unidos, México, Uruguay, Argentina y Brasil. Sobre todo se utiliza para consumir su carne y se creó a través de diferentes cruces ya que se necesitaba un animal fuerte que soportara los climas y temperaturas más severos. Es de color blanco con la cabeza marrón y negra.

Es muy curiosa la Cabra Enana Nigeriana porque debido a su tamaño se ha llegado a utilizar como mascota. También conocidas como cabra pigmea, son una raza domesticada y desarrollada durante siglos por la gente tribal de África. Fue importada a los Estados Unidos y a Europa en los años 50 y se han popularizado como animal de compañía. No mide más de 45 cm de alto y pesan entre 18 y 30 kilos. Son muy sociables, ágiles y les encanta escalar, tanto que incluso pueden subir a las ramas de un árbol, y si la tienes en casa puede que a un armario. Otra que nos gustaría resaltar es la Cabra de Angora, que produce una de las fibras más exclusivas: el mohair. Actualmente se crían por todo el mundo, aunque su origen se sitúa en Turquía. Según los expertos, el pelo más fino de las cabras jóvenes se utilizaría para ropa, mientras que el de los animales mayores estaría destinado para alfombras y prendas de abrigo. La lana no es solo blanca, sino que tiene varias tonalidades que van desde los grises a los negros y marrones.

Como veis, se trata de unos animales que sirven para todo, lo mejor es tener una en casa como mascota, que se pueda esquilar para tejer nuestros propios jerséis y que se pueda ordeñar para hacer nuestro propio queso, ¿será eso posible?