¿Cómo van o han ido esas vacaciones? Si os encantó la rica ruta del queso que hicimos por el norte de España, ahora os traemos la versión carnívora de embutido a domicilio, porque si lo probaste en origen este verano y te encantó, nosotros te lo mandamos directamente a casa para que esos sabores te transporten de nuevo a tus días de turismo gastronómico.

Empezamos rememorando nuestro paseo veraniego por la Maragatería, esa comarca española situada en la zona central de la provincia de León donde se comen carnes y embutidos de lo más exquisitos, aunque su chacina más representativa no se embute… porque la cecina, como bien sabes, es una salazón. Este producto estrella se elabora de forma tradicional a partir de las mejores piezas de vaca. Sigue un proceso de secado, pasando luego al ahumado natural con leña de roble o encina y a una lenta maduración en bodega, donde se consigue su característico aroma y sabor. Así que si este verano has pasado por Astorga, probaste los hojaldres en la plaza mientras veías el reloj de los maragatos y también quedaste prendado de este manjar cárnico, en un clic tienes nuestra cecina en casa, ya loncheada, desde la misma Asturica.

También hemos pasado por la capital del reino de León para comer su afamado chorizo picante, uno de sus pinchos por excelencia acompañado de un buen pan. Frito está delicioso, también se puede asar, añadir en guisos, pizzas o como acompañamiento para pastas. Su característico sabor deja en el paladar ese gustoso y ligero picante que hace que solo quieras repetir. Este es uno de los must en la ruta, así que no puede faltar en la lista de la compra de Solobuey.

Continuamos pidiendo embutido a domicilio desde la sabrosa Castilla y León

 Dejamos atrás León, pero no salimos de la comunidad autónoma. Con deciros Burgos, seguro que ya os lo imagináis -y no, no es el queso-. En un pedido de embutido a domicilio no puede faltar una buena morcilla de arroz, además esta se elabora artesanalmente en Aranda de Duero. Cebolla, arroz, sangre y manteca de cerdo. ¡Nada más! Ni conservantes ni colorantes tiene esta rica morcilla. Ideal para una barbacoa cortada en rodajitas o frita como tapa sobre una cama de pimientos morrones. Avisamos de que una se os va a quedar corta porque todo el mundo le va a echar el tenedor encima…

Navarra, tierra de chistorra

 Esta ruta nos ha llevado a seguir por el norte, porque en la comunidad foral, concretamente al noroeste de Pamplona, se encuentra Arbizu. Un pueblo encantador donde engalanan sus balcones con flores y de donde proviene la rica chistorra de Arbizu. Un embutido semicurado que, si se prepara al vino o simplemente frita con patatas y huevos, queda de 10. También la tenemos en versión picante, por cierto… Se elabora con carne de cerdo, de papada o de panceta. Se trocea y se le añade pimentón, sal, ajo y un poco de agua. Se embute y tras cuatro o cinco días secando, está lista para disfrutar. Si pides este embutido a domicilio, ¡te transportas de inmediato a Navarra!

Con la butifarra, el éxito está asegurado

 Seguimos el camino pensando qué embutidos a domicilio vamos a pedir que nos recuerden a nuestro paso por Cataluña –o como ya te contamos en este otro post, otros rincones del Mediterráneo… Indudablemente tienen que ¡las butifarras frescas! Su origen se cree que se remonta a hace unos 700 años -¡ni más ni menos!-. Si todavía no has dado por finalizada la temporada de barbacoas, ¡encárganos unas cuantas! Las que tenemos son parecidas a la salchicha fresca, pero más gruesas y no contienen grasa, sino carne magra de la punta del lomo del animal. Con arroz, a la plancha, salteada ¡o hasta con hojaldre!, son un manjar. Un embutido muy apreciado y que gusta a todos.

Y para cuando llegue el frío… ¿hacemos acopio de un buen compango?

El final del verano anuncia, ineludiblemente, que pronto vuelve la temporada de cuchara. Como también hemos pasado por Asturias y hemos dado buena cuenta de alguna deliciosa fabada en sus chigres o casas de comidas más populares, estamos pensando en ir encargando también una ración de compango para volver a saborear su paisaje -y no nos va a hacer falta Almax, no…-. El nuestro tiene panceta entreverada, chorizo y morcilla asturiana, como manda la tradición. Luego tendrás que encontrar una buena faba y ponerle paciencia, cariño y chup chup.

Sabemos que cuesta volver a la rutina, pero ante la depresión post vacacional, viene genial una buena ‘ruta gastronómica’ que nos transporte, sin salir de nuestra casa, a esos sitios en los que hemos estado y a los que seguro, queremos volver. Eso sí, lo mejor de todo es que no hace falta ni salir al supermercado porque te lo llevamos a la puerta de casa. ¡Marchando una de embutido a domicilio!