Aquí estamos más al día que Tik Tok y nos encanta poneros al tanto de las tendencias gastro más top: desde las hamburguesas smash hasta la dieta keto y los tacos mexicanos… ¿Falta algo en esa lista? ¡Pues sí, el sushi! El bocado japonés de moda no podía faltar en nuestro blog y hoy le dedicamos el foco de atención, especialmente al sushi de carne, que hará que se os haga la boca agua. Así que, sushimaníacos… ¡Preparad los palillos!

¡Ay, los tiempos en los que nuestro único dilema era atún o salmón! Parece que fue en una vida pasada. Ahora, cuando pasamos por un restaurante japonés o un mostrador de sushi, tenemos un desfile interminable de opciones para elegir: pez mantequilla, anguila ahumada, langostino, vieira, pulpo…Pero ojo, ¡que no todo sale del mar! Y no hablamos de los vegetales -que también los hay, eh-, sino del delicioso sushi de carne.

Curso básico de sushi

Pero antes de meternos en materia, ¿tenéis claro cómo distinguir los distintos tipos de sushi? Para los que todavía no se aclaran entre el maki y el nigiri, ya podéis ir sacando papel y boli. Los makis son aquellos rollitos cilíndricos de arroz envueltos en alga en cuyo interior hay uno o varios ingredientes; mientras que el nigiri es esa pieza de arroz con forma ovalada que se cubre normalmente con un trozo de pescado crudo… a no ser que hagamos sushi de carne. También está el uramaki, conocido como sushi del revés, con el arroz por fuera y el alga y los ingredientes por dentro. No podemos olvidar tampoco el temaki o sushi enrollado a mano, un cono grandecito, elaborado con una hoja de nori, que está relleno de arroz y otros ingredientes. Su forma final se parece mucho a la de un cucurucho de helado.

Y esto no marca el fin de la lista, podríamos seguir hablando de los California rolls, los hosomakis, futomakis, gunkan o el ‘básico’ sashimi, que es una loncha de pescado crudo lo más fresco posible y ya… pero para evitar que esta entrada se extienda más que la biblia, os dejamos este artículo de Comer Japonés para que le echéis un vistazo y os convirtáis en auténticos expertos de la materia.

Y ahora sí… ¡a hacer sushi de carne!

Una vez nos hemos ubicado dentro de este mundillo, es hora de ponerse el delantal, sacar la esterilla -que suele tener siempre unas instrucciones para montarlos bien- y empezar a preparar nuestra versión carnívora. Pero, antes de nada, recordemos que una de las claves para triunfar con nuestros rolls reside en el arroz. Se debe elegir uno de grano corto, típicamente etiquetado como “arroz para sushi”, y lavarlo unas 2 o 3 veces o dejarlo sumergido en agua fría durante al menos 30 minutos antes de cocinarlo. Esto último lo haremos al vapor o en una olla en la que justo lo cubra el agua.

Se pone a hervir 5 minutos a fuego fuerte y luego otros 12 al mínimo, con la olla tapada y sin abrir en ningún momento. Lo dejamos reposar apagado otros 10 minutos y por último, en un recipiente amplio y poco profundo, los esparcimos y aderezamos con una mezcla de vinagre de arroz, azúcar y sal, removiendo suavemente con una pala y movimientos de abajo hacia arriba para no aplastar los granos. ¡Ya tenemos la base! Ahora, solo hace falta elegir los ingredientes y empezar a montar nuestras piezas.

El sushi de carne podríamos decir que admite de todo, incluso mezclarse con atún o salmón -geniales mar y montaña…- pero no en las mismas condiciones. Es decir, una ternera bien fresca o la carne de wagyu, que le va de maravilla, puede utilizarse casi cruda o marinada como si fuera un tartar, pero hay otras piezas -como el cerdo– que deberíamos al menos flambear; y unas que bajo ningún concepto debemos poner en crudo, como es el pollo.

Una opción bien rica es por ejemplo el maki de pollo –cocido o plancha, en tiritas, como prefieras- con aguacate y mango. Un contraste de sabores y texturas que te encantará y además, es una opción templada, por si no te apetece un plato tan frío.

Un nigiri de solomillo de cerdo pide a gritos un buen flambeado y encima, una cebolla crujiente. Si debajo de la carne ponemos un puntito de ají u otra salsa picante, será una auténtica fiesta.

Si os ha dejado pensando la idea del wagyu, imaginadlo en un temaki, bien picadito a cuchillo, marinado en soja y con mayonesa de trufa. Y si la ternera que utilizáis es por ejemplo la de nuestra tapilla, cortadla bien fina y ponedla en formato uramaki enrollada junto a una tortilla y con un punto de salsa sriracha en medio.

Si os apetece hacer una pieza con pato, lo mejor es el magret, una vez cocinado como corresponde -supercrujiente por la piel y rosado en su interior- y después cortado en pequeñas tiras.  Su propio jugo, unas tiras de pepino y un queso crema harán un futomaki de premio.

¿Con cuál te animas a probar primero? Porque sabemos que tarde o temprano, en cuanto le pilles el truco a la esterilla, no vas a dejar de hacer sushi de carne. ¡Esperamos que se te den bien los palillos!